martes, 8 de junio de 2010

LA LEY DE BRONCE DE LOS SALARIOS Y LOS FACTORES REALES DE PODER.


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Ferdinand Lasalle (1825 -1864), sindicalista y, uno de los fundadores del Partido Socialdemócrata Alemán, en su teoría de la "Ley del Bronce" o "del salario” real, afirmaba que los obreros debían recibir un salario que correspondiera justamente a sus necesidades de subsistencia y de sus respectivas familias. Un nivel salarial inferior les ocasionaría una indebida alimentación, una mala salud, además de sufrimientos y desdichas entre los mismos trabajadores; aparte del descontento que afectaría la paz laboral y a la sociedad en general.
Por el contrario, un salario que estuviese por encima de sus necesidades económicas, desequilibraría la correlación armónica que debería existir prudentemente entre la oferta y la demanda; ya que, al aumentar desmesuradamente la calidad de vida de los trabajadores originada por sus altos ingresos económicos, traería esto como consecuencia un elevado índice de natalidad, generando a la postre, un incremento desproporcionado de la oferta sobre la demanda de trabajo, que gravitaría inexorablemente en un descenso abrupto del salario de los trabajadores, aún por debajo de su nivel anterior.
Para Lassalle, los obreros carecen ―como clase social―, de conciencia del hecho de que sus salarios se encuentran regidos por "las leyes naturales" de la población. Esta teoría, consiste inteligentemente en "investigar y tomar en cuenta la cruda realidad". Impone de una manera juiciosa e inmediata, la necesidad perentoria de aumentar los ingresos de los trabajadores a niveles que les produzcan condiciones de vidas dignas y decorosas, pero sin dejarse atrapar por los "cantos de sirena" del socialismo utópico de Saint-Simon, Fourier y de Owen, ni por la confrontación virulenta y violenta propuesta por los anarquistas y por los socialistas colectivistas de Marx y Engels. El socialismo de Lassalle se presentaba como más pragmático y posible, ya que pretendía elevar el nivel de vida de los trabajadores en una forma disuasiva y no rupturista, frente a los que él denominaba los "factores reales de poder".
Parece que este panorama no ha cambiado mucho.
De qué sirve bajar el sueldo a los empleados públicos, si se deja contratar sin control a la administración local, utilizando el empleo público como moneda electoral. Y sigo sin entender la relación entre abaratar el despido y el descenso del paro.
¿Por qué no se grava a la banca, aunque sea al menos para recuperar lo que se les dio?
¿Por qué mantenemos a la iglesia con 5.000 millones de euros?
¿Por qué no se hace una reforma fiscal, para que pague quien más tiene?
Este neosocialismo lassaliano sigue rindiendo pleitesía al Capital, a la fuerza real de poder.

1 comentario:

  1. La pobreza digna es un objetivo para las ONGs que operan en muchos lugares miserables del planeta, donde la gente come basura. Buena fe de ello da la labor de la Fundación Vicente Ferrer, nominada al Premio Nobel de la Paz. Y, si para los indios la pobreza digna es una meta a aspirar, por qué la dichosa relatividad materialista nos sigue diciendo a los demás que necesitamos al menos 3000 euros al mes para no padecer? Para bien o para mal, el ser humano no se adapta universalmente a ninguna teoría económica, porque es mucho más creativo y también voraz para ser un individuo racional y obediente. Pero, como medio alemán que soy, me gusta el pensamiento, eso sí, adecuadamente contextualizado en su momento histórico, del Sr. Lasalle. Pragmático, previsor y progresista para su época. saludos.

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