martes, 1 de junio de 2010

Crisis, Grecia y Peak Oil

El europarlamentario de Los Verdes Daniel Cohn-Bendit en una intervención a propósito del estado de la economía griega y la reacción del resto de naciones europeas:



No, si al final, el Parlamento Europeo va a servir para algo.

En relación a este tema, pongo a continuación un fragmento del libro de Santiago Niño Becerra "El Crash de 2010", escrito en 2008, y publicado en marzo de 2009:

El año 2003 no fue un año más: fue el año en que comenzó la aceleración en el consumo, en el que el boom inmobiliario alcanzó velocidad especulativa, en el que los productos financieros exóticos empezaron a proliferar, en el que se produjo el derrumbe definitivo de los tipos de interés, el año en que comenzó la euforia, y en el que se generaron los antecedentes inmediatos de la crisis que comenzará en el 2010.

Existe un elemento fundamental a la hora de explicar los patrones del crecimiento económico mundial: el consumo de petróleo. Han ido juntos, han sido y son inseparables: la correlación entre la evolución del PIB del planeta y el consumo de crudo es prácticamente total: el 99,75%.

La correlación entre consumo de petróleo y crecimiento económico cobra una espectacularidad máxima al aplicar el modelo de Hubbert. Lo que dice el modelo y nadie ha desmentido es que, cuando se ha extraído la mitad del contenido de un yacimiento -peak oil-, los costes de extracción, literalmente, se disparan; a partir de aquí pueden establecerse picos medios para un país, para un continente o, incluso, para el planeta.

El momento en el que se produce un peak oil depende de varios factores, aunque fundamentalmente son tres: la tendencia evolutiva de la demanda y la de la oferta, y las reservas que se van descubriendo.

The Association for the Study of Peak Oil and Gas, la ASPO, en el congreso que celebró en Barcelona en octubre de 2008, situó en el año 2012 el momento en el que el planeta alcanzaría el peak oil; a partir de entonces la producción mundial disminuiría a un ritmo del 3 % anual mientras que la demanda continuaría creciendo, cada año, a una tasa del 1,4 %.

Por otra parte, los descubrimientos que se van realizando apuntan a una insuficiencia de la oferta para nutrir a la esperada creciente demanda, y, tan decisivo como lo anterior, la extracción de ese crudo, cuando se haga y a no ser que la tecnología de extracción evolucione espectacularmente, será muy costosa debido a la situación de los yacimientos.

La conclusión de todo esto es que existe un problema en relación con el petróleo (con todos los recursos, en general: agua, uranio, cobre, madera...), y el problema radica en que la evolución del PIB del planeta así como el de cada país, es decir, del crecimiento económico, está de tal modo vinculado a la disponibilidad de estos recursos: materias primas, mercancías...), de petróleo en especial, que rigideces —no ya carencias— en su obtención desencadenarán problemas irresolubles en todos los órdenes de la economía. En resumen, la idea es que la tendencia que muestra la disponibilidad de recursos en general y de petróleo en particular a precios asequibles y durante un amplio período es claramente decreciente.

Lo que se obtiene aplicando el modelo de Hubbert a la evolución del PIB del planeta es un punto de inflexión en el año 2003 que correspondería al peak oil que Hubbert había calculado para el año 2000. A partir de aquí y operando en el modelo con datos del PIB se obtiene una ruptura en el crecimiento de características muy semejantes a la acaecida en 1973, ruptura que se manifestaría en el año 2010. El resultado de esta ruptura sería el inicio de una nueva fase de crecimiento económico para el planeta con una tasa media de entre el 1,0% y el 1,3%, dentro de una franja cuyo máximo estaría situado en el 2,6% y su mínimo en el -0,5%.

Algunos autores calculan caídas más pronunciadas, por lo que, en este caso, las cifras anteriores serían incluso optimistas.



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