sábado, 1 de diciembre de 2012

EL SUEÑO TRUNCADO. Movimiento obrero y socialismo en Aspe (1900 – 1936).


EL SUEÑO TRUNCADO.
Movimiento obrero y socialismo en Aspe (1900 – 1936).
Introducción
PRIMERA PARTE. Industrialización y movimiento obrero en Aspe.
1.      Estructura social y demográfica a comienzos del siglo xx.
2.      Los sectores económicos: el incipiente desarrollo industrial.
3.      Política y sociedad durante la primera mitad del siglo xx.
3.1.   La Junta Local de Reformas Sociales.
4.      Las organizaciones patronales.
4.1.   El sindicalismo católico.
4.2.   La Comunidad de Labradores.
4.3.   El Sindicato de Fabricantes de Alpargatas.
4.4.   Otras sociedades: la Comunidad de Propietarios de Agua y el Círculo La Tertulia.
5.      Gremios artesanales y agrupaciones societarias.
5.1.   La Sociedad de Canteros.
5.2.   Los alpargateros.
5.3.   Los trabajadores del campo.
5.4.   Ebanistas, albañiles y otros.
5.5.   Del Centro Obrero a la Casa del Pueblo.
6.      Los conflictos sociales.
6.1.   La huelga de 1913.
6.2.   La huelga general de 1917.
6.3.   Los conflictos locales 1919-1929.
6.4.   La huelga general de diciembre de 1930.
6.5.   Los conflictos durante la Segunda República.
SEGUNDA PARTE. El socialismo en Aspe.
7.      El desarrollo del socialismo en la provincia de Alicante.
8.      El surgimiento del socialismo en Aspe.
9.      Otras fuerzas políticas de izquierda.
9.1.   El movimiento republicano.
9.2.   Anarcosindicalistas y comunistas.
10.   La conjunción republicano-socialista.
11.  La Agrupación Socialista durante la Segunda República.
TERCERA PARTE. Conclusiones.
12.  Conclusiones.
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA.
ANEXOS.
I.                    Actas de la AS de Aspe.
II.                 Índice onomástico.
III.               Plantillas unificadora de precios y trabajos – 21 de enero de 1918.


PRÓXIMAMENTE...

miércoles, 26 de septiembre de 2012

DEL 15M AL 26S Análisis de una protesta anunciada


“Nos llamaron golpistas. Dijeron que detrás estaban la extrema derecha, mintieron en los medios de comunicación una y otra vez, amenazaron por activa y por pasiva con que iríamos a la cárcel, trajeron 1.400 policías, identificaron y denunciaron por lo penal a personas que solo estaban reunidas en un parque público hablando de la convocatoria. Intentaron meternos el miedo en el cuerpo como nunca lo habían hecho… Y el resultado es que decenas de miles de personas salimos a la calle a desobedecer el estado de excepción impuesto por el gobierno. Ahora todos los medios de comunicación del planeta hablan de lo que ha sucedido en Madrid el 25S.
Y sabemos que no es más que el principio”.

El Gobierno del Partido Popular presidido por Mariano Rajoy Brey se enfrenta, en el momento más delicado de su legislatura, por lo menos hasta la fecha, a un cúmulo de crisis que, sin lugar a dudas, desembocarán en la petición de “Rescate” a la troika europea lo que llevará al País a abandonar el estado del bienestar, al menos, tal y como lo conocemos en la actualidad.

El primero de los problemas es la fuerte crisis de legitimidad que, con respecto a la ciudadanía, va aumentando día a día. Compañera de viaje de un tremendo desprestigio de la clase política y, en ocasiones, de las instituciones, la legitimidad se perdió al incumplir prácticamente todas sus promesas electorales. En tiempo record. La gente ya no cree en lo que dicen, a excepción de los acólitos que se lo tragan todo –de estos hay en todos los partidos políticos-.

El segundo de los problemas aparece sin ton ni son. Artur Mas y CIU, en un intento de colocar una espléndida cortina de humo que tape las vergüenzas de un Gobierno a la deriva, necesitado de una financiación que solo puede darle el Gobierno de España, juega, ahora, un órdago a la desesperada provocando una grave crisis del modelo territorial del Estado. Un terreno abonado para que emerjan radicales de derecha e izquierda. Independentistas anacrónicos, nostálgicos de una tontería fronteriza que alimentan creyéndose herederos de un patrimonio único y distinto; y neofascistas patrióticos que vislumbran la entelequia de la que se denominó como “Una, Grande y Libre”. Un juego peligroso, populista y demagógico que llevará a una profunda crisis del Estado o al mayor de los ridículos.

La sumisión, ya sin paliativos, a las decisiones de la troika comunitaria, nos aboca a una crisis de identidad. De que sirve mantener un Gobierno títere que trasmite los recortes sociales acordados a cientos de kilómetros de Madrid y solo habla para intentar ocultar, endulzar, engañar a la población con el único objetivo de minimizar, en todo lo posible, su rédito electoral.

Lo peor, sin duda, la incapacidad manifiesta de tomar medidas que nos lleven al camino de la recuperación económica. En lugar de esto, el país se va sumiendo, cada vez más, en un pozo sin fondo, destruyendo, no solo el empleo, si no también el tejido productivo, penalizando el consumo, facilitando el despido y criminalizando las protestas sociales. Eso sí, va imponiendo una contrarreforma ideológica a ritmo de apisonadora. Si se suben las tasas, las universitarias, por ejemplo, no se ingresa más, no, se ingresa menos porque a una subida del 8% le sigue una baja en la matrícula de créditos del 10%. Se ingresa menos y hay un sector de la sociedad que pierde el acceso a la educación superior: el recorte es ideológico.

No se vislumbra cambio en las posiciones del Gobierno, por lo tanto, sabemos, que esto no es más que el principio.

jueves, 6 de septiembre de 2012

José Gallego, Aspe y la Memoria Histórica I


Poco tiempo después de la victoria de los sublevados en la Guerra civil española, la Presidencia del Gobierno del General Franco envió una circular a los Gobernadores civiles de las provincias españolas para que instasen a sus ayuntamientos a construir, en un lugar señalado de la población, un monumento a los caídos “por Dios y por España”. El monumento iría presidido por la Estela de José Antonio Primo de Rivera, el símbolo de la cruz y entre 15 y 18 nombres de paisanos caídos a causa de la Guerra civil. Baste recordar que hubo municipios sancionados por no encontrar suficientes nombres para su colocación en el monumento. Así, en el  Acta nº 3, Sesión Ordinaria del 20 de septiembre de 1940 del Ayuntamiento de Aspe (ama, Actas de Pleno  1940-1941, fol 5v y ss.) encontramos la siguiente anotación: “Se acuerda el estudio de petición que formula el Gestor Sr. González Avellán en el sentido de la construcción de un monumento a los caídos en la localidad, por Dios y por España”.
El monumento fue encargado al recién repuesto aparejador municipal y Jefe local de Investigación e Información de las fet y de las jons, Higinio Perlasia Rigal, quien diseñó el boceto que aquí se muestra, y quien se encargó de encontrar los nombres que acompañarían a José Antonio en el monumento que, se decidió, se colocase en una de las fachadas de la iglesia, en concreto la que da a la calle Santa Teresa, donde todavía se encuentra.
El boceto inicial incluía 14 nombres, 13 que se encuentran en el monumento actual y uno más que no llegó a incorporarse, el de “D. Sánchez”, más una estela que contenía “PRESENTES”. Finalmente, se añadieron dos más para alcanzar la cifra de 15: tres asesinados en la población; cuatro caídos en el frente; cinco, nacidos en Aspe pero que vivían en otros lugares, uno del que únicamente sabemos que fue enterado en el Valle de los Caídos y dos de los que no tenemos ningún dato.
Es cierto que las competencias de los ayuntamientos en la década de los años 40 eran muchos mayores que en la actualidad, con respecto, sobre todo, a la modificación del patrimonio histórico, en este caso, la fachada de la iglesia. Pero, evidentemente, fue el Ayuntamiento de Aspe quien construyó el “monumento” y también, posiblemente, quien deba quitarlo y restituir la fachada a su aspecto original. Sencillamente, porque en el pueblo de Aspe fueron 108 los caídos por causa de la Guerra civil. 108 vecinos que, por diversas causas, murieron relacionados con el conflicto: quince de ellos, víctimas de la violencia en la retaguardia tuvieron su monumento; del resto nunca se habló: setenta y dos murieron en el frente, veinticuatro fueron fusilados y nueve murieron de enfermedad en la cárcel. Suficiente registro para evaluar la magnitud de la tragedia. Tragedia que se perpetuó durante los años de la dictadura y es, precisamente, labor de la democracia la condena pública de las dictaduras y de los símbolos que la representan.


miércoles, 6 de junio de 2012

Homenajeando a Ray Bradbury

Tenían en el planeta Marte, a orillas de un mar seco, una casa de columnas de cristal. Todas las mañanas se podía ver a la señora K mientras comía la fruta dorada que brotaba de las paredes cristalinas o mientras limpiaba la casa con puñados de un polvo magnético que recogía la suciedad y luego se dispersaba en el viento cálido. A la tarde, cuando el mar fósil yacía inmóvil y tibio, las viñas se erguían tiesamente en los patios. En el distante y recogido pueblecito marciano nadie salía a la calle; mientras, se podía ver al señor K en su cuarto, leyendo un libro de metal con jeroglíficos en relieve, sobre los que pasaba suavemente la mano como quien toca el arpa.

Hace ya algunos años, nunca sé si son demasiados (ni en el tiempo ni en el espacio), leí a Ray Bradbury. Quedé impresionado con sus Crónicas Marcianas. Título que, más tarde, llegué a aborrecer por culpa de Sardà e Izaguirre como acólitos de los personajes de feria que presentaban a diario. Lo único que se asemejaba al título de Bradbury era, tal vez, la idiotez de alguno de sus personajes. Desde luego, no la banalidad que rezumaba.

El libro me sedujo como un torrente de imaginación. Transgresión de las cosas que damos por supuestas. ¿Se puede hacer vino en las campiñas marcianas? ¿Hay vida en Marte? preguntaba David Bowie, unos años después, en su Honky Dory, preludio del Ziggy Stardust y las Arañas de Marte.

Bradbury homenajea, también, magistralmente, a Edgar Alan Poe: su Barril del Amontillado; y la Caída de la Casa Usher; a Henri Marie Beyle, seudónimo de Stendahl y su "Rojo y Negro"; y otros más que se van descubriendo durante su lectura.

Pero, creo que, más que hablar de este libro, sin duda, hay que leerlo... Aquí dejo un fragmento que me gustó especialmente:

-El Amontillado -dijo Stendah1 adelantándose y alzando una linterna deslumbrante.
Unos esqueletos se asomaban levantando las tapas de los ataúdes. Garrett, con un gesto de repugnancia, se llevó una mano a la nariz.
-¿El qué?
-¿No ha oído hablar usted del Amontillado?
-No.
~¿No reconoce usted eso? -Stendahl le señaló una celda.
- ¿Tendría que reconocerlo?
Stendahl sonrió y sacó de entre los pliegues de su capa una paleta de albañil.
-¿Y esto?
-¿Qué es?
-Venga.
Entraron en la celda y Stendahl encadenó a Garrett, que estaba casi borracho.
-Por Dios, ¿qué hace usted? -gritó Garrett sacudiendo las cadenas.
-Me siento irónico. No interrumpa a un hombre que se siente irónico. No sea descortés. Ya está.
-¡Me ha encadenado!
-Es cierto.
-Pero ¿qué pretende?
-Dejarlo en esta celda.
-Usted bromea.
-Una broma muy graciosa.
-¿Dónde está mi doble? ¿No vamos a ver cómo lo matan?
-No hay doble.
-Pero ¿y los otros?
-Los otros están muertos. Los que usted vio matar eran los verdaderos. Los dobles, los robots, miraban solamente.
Garrett calló.
-Ahora usted debe decir: «¡Por amor de Dios, Montresor!» -continuó Stendahl-. Y yo contestaré: «¡Sí, por amor de Dios!». ¿No quiere usted decirlo? Vamos. Dígalo.
-Imbécil.
- ¿Tengo que repetírselo? Dígalo. Diga: «¡Por amor de Dios. Montresor!».
Garrett se sentía más despejado.
-No lo diré, idiota. Sáqueme de aquí.
-Póngase eso -dijo Stendahl, tirándole algo que campanilleaba y tintineaba.
-¿Qué es?
-Un gorro de cascabeles. Póngaselo y quizá lo deje salir.
-¡Stendahl!
-Le he dicho que se lo ponga.
Garrett obedeció. Los cascabeles repicaron.
-¿No siente usted como si esto hubiera sucedido antes? -Preguntó Stendahl, y comenzó a trabajar con la paleta, un mortero y unos ladrillos.
-¿Qué hace?
-Estoy amurallándolo. Ya hay una hilera. Ahora va otra.
-¡Usted está loco!
-No lo discuto.
Stendah1 mojó un ladrillo en el mortero, cantando entre dientes. Ahora había golpes y gritos y llantos en la celda cada vez más oscura. La pared crecía lentamente.
-Un poco más de ruido, por favor -dijo Stendahl-. Representemos bien la escena.
-¡Déjerne salir! ¡Déjeme salir!
Sólo faltaba un ladrillo. Los gritos eran ahora continuos.
-¿Garrett? -llamó Stendahl en voz baja. Garrett calló-. ¿Sabe usted por qué le hago esto? Porque quemó los libros del señor Poe sin haberlo leído. Le bastó la opinión de los demás. Si hubiera leído los libros, habría adivinado lo que yo le iba a hacer, cuando bajamos hace un momento. La ignorancia es fatal, señor Garrett.
Garrett no replicó.
-Quiero que esto sea perfecto -dijo Stendah1 levantando la linterna para que la luz cayera sobre la encogida figura de Garrett-. Agite suavemente los cascabeles. -
Los cascabeles tintinearon-. Ahora diga usted: «¡Por amor de Dios, Montresor!»; es posible que lo deje salir.
La luz de la linterna alumbró la cara de Garrett. Garrett titubeó y luego dijo grotescamente:
-Por amor de Dios, Montresor.
-Ah -exclamó Stendahl con los ojos cerrados. Colocó el último ladrillo y lo aseguró con una capa de cemento-. Requiescat in pace, querido amigo.
Salió de prisa de la catacumba.


6 de junio de 2012

martes, 1 de mayo de 2012

Aspe, primero de mayo de 1916

Posiblemente, la celebración más importante del día internacional del trabajo que se ha realizado en Aspe sucedió el primero de mayo de 1916. Las organizaciones obreras del pueblo: alpargateros, sobre todo, y la recién creada sociedad de agricultores “Los Convencidos”, organizaron el acto que venía ya “calentito” tras varias manifestaciones y reuniones de los delegados del Centro Obrero con el alcalde, Francisco Alcaraz Pavía, a causa de la carestía de las subsistencias y de la precariedad de los salarios.
Con algunos días de antelación, se repartió por la localidad una hoja para animar a los trabajadores aspenses a sumarse a la manifestación. La hoja se publicó en el periódico Alicante Obrero el viernes 28 de abril y decía así:

el 1º de mayo.-  A los trabajadores. Fraternales camaradas, hoy es el día señalado por el Congreso Internacional de París de 1889 para protestar de las leyes draconianas que en maleficio de la clase trabajadora promulgan los gobiernos burgueses y al mismo tiempo pedirles a estos que legislen leyes beneficiosas para satisfacer en algo nuestros anhelos de liberación humana. Los momentos por lo que atraviesan Europa y el mundo entero son tan graves por culpa de la terrible tragedia que aniquila a la casi totalidad de Europa, que ningún estadista por sabio y optimista que sea, se atreve a adelantar ningún juicio halagüeño para cuando se ponga fin a esta horrible carnicería.
            Todas las naciones neutrales sufren las consecuencias de esta guerra maldita: pero España, ¡oh, España! Por su posición geográfica, por estar casi recibiendo el calor de la terrible hoguera, debió nadar en oro; pero el espíritu del capitalista español dado tan solo a cortar el "cupón" no les ha permitido ver que, sacando esos ¡cinco mil millones de pesetas!, que tiene en los sótanos de los bancos para aprovechar el lapso de parada que tengan esos gigantes de naciones mientras dure la guerra, en la industria y el comercio, fomentando este y montando nuevas industrias. Pero no lo han hecho así y por eso estamos tocando las consecuencias. Trabajadores: mientras hermanos nuestros sucumban en los campos helados por el frío y de insolación por un sol tropical y del fuego terrible de los cañones, no podemos hacer fiestas paganas como otros años en el día de hoy.
            Solamente, en manifestación pacífica y ordenada, le entregaremos a la primera autoridad local para que las trasmita al Gobierno, las conclusiones siguientes:
-        Protestar enérgicamente contra el actual gobierno por haber empleado el mauser en Valencia, en La Unión y en Logroño para acallar a los obreros que solicitaban trabajo o el abaratamiento de las subsistencias.
-        Jornada de ocho horas, como punto de principal de la legislación protectora del trabajo.
-        Realización de obras que ocupen a todos los trabajadores desocupados
-        Terminación de la guerra de Marruecos y en tanto esto dure, que vayan a ella los hijos de los ricos, como van los hijos de los pobres.
-        Derogación de la bochornosa ley de Jurisdicciones.
-        Extensión de los beneficios de la ley de Accidentes del Trabajo a los obreros del campo.
-        Supresión del trabajo nocturno en el ramo de la panadería.
-        Aprobación del Código minero, solicitado insistentemente por los obreros de dicha industria.
-        Reglamentación del trabajo de los obreros del mar, y concesión de una amnistía para todos los condenados o procesados por delitos políticos o sociales.
            ¡Compañeros! Estas son las reclamaciones a los poderes constituidos.
            Y ahora, para demostrar que hay completa armonía y unidad de pensamiento en la clase productora, abandonad el trabajo en este día, como el señalado por nosotros para reclamar nuestras reivindicaciones societarias. ¡Compañeros y compañeras, todos a la manifestación! ¡Viva la unión de todos los trabajadores! ¡Viva el 1º de Mayo! - La comisión. (1)

Efectivamente, a las 8 y media de la mañana del lunes 1 de mayo, un numeroso grupo de personas se agruparon en la plaza de la Concepción, flanqueados por las puertas del Centro Obrero y de la ermita del mismo nombre. La manifestación partió, por la calle de Santa Cecilia y calle Mayor, hacía la plaza de Alfonso xii y desde allí, por la Avenida de Los Álamos, Méndez Álvaro, Santa Teresa, del Carmen, del Nuncio y calle Alta, de nuevo llegó a la plazuela de la Concepción. Frente a la manifestación “un grupo de lindas alpargateras adornaban el conjunto con su gentil donaire ajenas a los rutinarismos (sic) y al que dirán de la beata teoría andante”. (2)
La manifestación fue un éxito sin precedentes para las organizaciones obreras de Aspe, los participantes superaron la cifra de 1.500 personas y al llegar al Centro Obrero quedaron agrupados sin querer disolverse. Desde un balcón, el presidente de los alpargateros José Torres Galvañ se dirigió a la multitud para darles las gracias por su apoyo y, después, salió Fray Feliú (3), en este momento, el espectáculo que presentaba la espaciosa plazuela era imponente, pues habían ido a escuchar el discurso políticos de todos los partidos. Los balcones inmediatos estaban atestados de personas, algunas de ellas curiosas y otras expectantes por el mitin. En su arenga citó a Plutarco y su canto a la cultura como única forma de regenerar a la patria y a la clase trabajadora.
            El discurso duró más de lo normal, tanto que, el orador perdió el tren que le debía de llevar de vuelta a Alicante, y, a consecuencia de esto, se organizó en la misma noche una conferencia con el tema "La política social-religiosa".
Así lo contaba Tomás Alenda del Valle, Lerele, corresponsal de Alicante Obrero y de El Luchador el dos de mayo de 1916. Un año más tarde, debido a la huelga general de 1917, fueron detenidos y encerrados en las mazmorras del Castillo de Santa Bárbara de Alicante cuatro alpargateros: José Torres Galvañ, Francisco Alcolea García, Antonio García Moreno y Antonio Botella Abad. El total de la provincia de Alicante fue de doscientos detenidos, mayoritariamente socialistas y sindicalistas. Nunca más volvieron a trabajar como alpargateros. Los años siguientes fueron de lucha y confrontación, los días del trabajo, menos concurridos y con pocas celebraciones, por los menos hasta el advenimiento de la Republica, el 14 de abril de 1931, pero eso, es otra historia.

(      (1)  Alicante Obrero, 28/04/1916, 1-2
(      (2)  Alicante Obrero, 05/05/1916,
(    (3)  Fray Feliú era el seudónimo de José Llorens Codes, alcoyano, redactor y presidente del Alicante Obrero.

domingo, 4 de marzo de 2012

¿Qué es la deuda económica?: ¿quién debe a quién?


"
En realidad, la primera palabra registrada que significa “libertad” es la sumeria  amargi  que quiere decir libre de deudas. Literalmente, amargi, quiere decir “volver con la madre” porque una vez que se había cancelado las servidumbres por deuda, los peones esclavos podían volver a su casa".

"En sánscrito, hebreo y arameo,  “deuda”, “culpa” y “pecado” son la misma palabra. Gran parte del lenguaje de los grandes movimientos religiosos –concienciación, redención, contabilidad kármica y demás- están tomados de las finanzas antiguas."
David Graeber, antropólogo.

Hace mucho, mucho tiempo, en tierras de Mesopotamia, los sumerios grababan las primeras inscripciones cuneiformes en tablillas de tierra caliza. Las tablillas que las primeras comunidades agrícolas habían usado para contabilizar los bienes (cereales, ganado, textiles) ya no bastaban para reflejar la creciente complejidad comercial ni para adecuarse a los requisitos administrativos que aquella requería. Las tablillas se poblaron entonces de signos escritos que cumplían una función parecida, solo que ahora facilitaban además poner un nombre a las personas que entregaban y las que recibían los bienes, las que contraían una deuda y sus acreedores. Los signos no tardaron en nombrar reyes y ensalzar sus hazañas.
Durante siglos Lagash fue la ciudad-Estado más importante de Sumer y mantuvo un enfrentamiento continuo con la vecina Umma por el control de la irrigación de las tierras fronterizas. La victoria de Eannatum (siglo XXV a.C.), que relata la Estela de los Buitres, hizo de Umma tributaria de grano como ofrenda a la divinidad Ningirsu.
Para evitar la asfixia económica de los vencidos, y su esclavización, de vez en cuando los reyes de Lagash cancelaban las deudas agrarias de todos sus súbditos. De esta manera evitaban abusos, mantenían cierto equilibrio social y se aseguraban la lealtad de los sometidos. Es lo que hizo Enmetena (hacia 2.400 a.C.) cuando restauró el poder de Lagash derrotando a Umma y a sus aliados. Un edicto suyo es la inscripción más antigua que se conserva acerca de la cancelacion de las deudas. Dice algo como esto:
"[Entemena] hizo que el hijo vuelva a la madre, que la madre retorne al hijo, declaró la liberación de las deudas y sus intereses."
"Retorno a la madre" es amargi, el término que los sumerios empleaban para referirse a la libertad. Así, la primera referencia escrita del concepto de libertad en la historia de la humanidad está íntimamente vinculada a la remisión de las deudas y de las obligaciones. Un sucesor de Entemena,Urukagina o Uruinimgina (hacia 2.350 a.C.) fue célebre por sus reformas sociales, entre las que se incluye la anulación de las deudas. Un elogio a su persona relata:
"Él liquidó y canceló las obligaciones de las familias sometidas por deudas, ciudadanos de Lagash que vivían como deudores por los impuestos de granos, los pagos de cebada, robo u homicidio"
Gudea de Lagash (que reinó en 2164-2144 a.C.) hizo lo mismo. Luego la práctica pasó a la primera dinastía babilónica, en la que destaca el edicto de Ammisaduqa, que concreta con más detalle qué tipo de deudas se cancelaban y cómo. Esta tradición bíblica pasará a conocerse como jubileo, aunque su significado cambia finalmente con el advenimiento del cristianismo ("así como nosotros perdonamos a nuestros deudores") , que enfatiza la salvación individual de las almas y la caridad frente a más mundanas consideraciones sociales. Sus ecos llegan hasta hoy, con movimientos de cristianos de base que retoman la idea originaria de jubileo para reclamar la abolición de la deuda externa de los países del sur y ahora de Europa.
Sin embargo, parece que los buitres de ahora son menos indulgentes que los antiguos. El recuerdo de Entemena fue saqueado en Iraq y para salvarse del naufragio los poderosos decretaron la deuda infinita, cegados por la ambición. Pero no podemos olvidar que la libertad real esamargi, esto es, liberación de las deudas y de la servidumbre, retorno a la madre, reconciliación con la humanidad

jueves, 26 de enero de 2012

Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática


1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.