miércoles, 16 de junio de 2010

EL PRESIDENTE DE EEUU HABLA DEL PETRÓLEO Y DEL CAMBIO HACIA LAS ENERGÍAS RENOVABLES


Esta madrugada, Barak Obama en un discurso desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, como en las grandes ocasiones, dirigiéndose a la nación y, aprovechando el desastre ecológico (y económico) de BP en el Golfo de Méjico, anuncia cambios en la agencia encargada de la supervisión de los pozos petrolíferos, y por primera vez, en sugerir un cambio en la política energética de EEUU hacia energías renovables.

Ha admitido que el Servicio de Administración de Minerales ha mantenido una filosofía que le permitía jugar la partida con sus propias normas, aceptando favores y regalos de las empresas petrolíferas. El desastre ecológico, dice, nos ha enseñado que necesitamos una nueva legislación, pero una lección más importante, es que la extracción de petróleo en estos días implica un mayor riesgo.

Después de todo, el petróleo es un recurso finito. EEUU consume más del 20 % de petróleo del mundo, con unas reservar que apenas llegan al 2 %, lo que nos lleva a perforar a más de un kilómetro de profundidad en el océano porque nos estamos quedando sin lugares para perforar en tierra y en aguas poco profundas. Interesan sobre todo las palabras que pronuncia a continuación:

Durante década, hemos vivido en la época del petróleo barato. Los días del petróleo fácilmente accesible están contados. Durante décadas, hemos hablado y hablado acerca de la necesidad de acabar con la adicción que durante un siglo hemos tenido a los combustibles fósiles. Y durante décadas, no hemos podido actuar con el sentido de urgencia que requiere este desafío. Una y otra vez, el camino a seguir se ha bloqueado - no sólo por los representantes de la industria del petróleo, sino también por la falta de honestidad y valentía política.

Las consecuencias de nuestra falta de acción se ven a simple vista. Países como China están invirtiendo en trabajos de energía limpia y nosotros enviamos diariamente casi 1 billón $ de nuestras riquezas a otros países para traer su petróleo. Hoy, al mirar hacia el Golfo, vemos nuestro modo de vida amenazado por una nube amenazadora de crudo negro.

No podemos relegar a nuestros hijos a este futuro. La tragedia que se desarrolla en nuestras costas es el recordatorio más doloroso y potente que nos lleva a tomar la determinación de caminar hacia un futuro de energía limpia. Ahora es el momento de que esta generación se embarque en una misión nacional para desatar la innovación de los Estados Unidos y tomar el control de nuestro propio destino.

Esto no es una visión lejana. La transición de los combustibles fósiles nos llevará algún tiempo, pero en el último año y medio, ya hemos tomado medidas sin precedentes para impulsar la industria de energía limpia. En estos momentos, se están reabriendo viejas fábricas para producir turbinas de viento, la gente va a trabajar en la instalación de ventanas eficientes en energía, y las pequeñas empresas están fabricando paneles solares. Los consumidores están comprando vehículos más eficientes, y las familias están haciendo sus casas más eficientes energéticamente. Los científicos y los investigadores están descubriendo tecnologías de energía limpia que algún día dará lugar a industrias enteramente nuevas.

Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en un nuevo futuro que nos beneficiará a todos. Al recuperarnos de esta recesión, la transición a una energía limpia tiene el potencial de crecimiento de nuestra economía y crear millones de puestos de trabajo - pero sólo si logramos acelerar esa transición. Sólo si aprovechamos el momento. Y sólo si nos movilizamos y actuamos como una sola nación - los trabajadores y los empresarios, los científicos y los ciudadanos; el sector público y el privado.

Cuando todavía era candidato para este cargo, presenté un conjunto de principios para llevar a nuestro país hacia la independencia energética. El año pasado, la Cámara de Representantes actuó en este sentido, aprobando un fuerte y amplio proyecto de ley de energía y clima - un proyecto de ley que finalmente hace que la energía limpia sea una forma de energía rentable para las empresas de Estados Unidos.

Hay un coste asociado con esta transición. Y algunos creen que no nos podemos permitir este gasto en este momento. Yo digo que no podemos permitirnos el lujo de no cambiar la forma en que producimos y utilizamos la energía - ya que los costes a largo plazo para nuestra economía, nuestra seguridad nacional, y nuestro medio ambiente son mucho mayores.

Estas palabras no salen de ningún foro alternativo, ni de redes antisistema, ni de la ASPO, ni AEREN, salen del Despacho Oval de la Casa Blanca. Para terminar, un par de datos: BP anuncia en su Statistical Review of World Energy que el consumo de petróleo cae un 2,6%, el mayor descenso desde 1982 , sin embargo, el precio del crudo sigue subiendo, hoy a 77,03 $ con una subida del 0,12% con respecto a ayer.

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