viernes, 24 de junio de 2011

DEUDOCRACIA

Deudocracia.- Este documental, rodado por Katerina Kitidi y Aris Hatzistefanou, parece una versión helena de Inside Job. Pero, en realidad, es algo más. Se demuestra la forma en que los políticos griegos han gestionado la crisis económica de espaldas a su pueblo y a sabiendas del daño que podían causar a su nación –aunque no esperaran que fuera a tan corto plazo–. El documental se centra en la gestación y gestión de la crisis económica, y en el sistema de deuda y su funcionamiento. Aparece el concepto de Deuda odiosa = Deuda ilegítima.


Para que la deuda contraída por un Estado pueda considerarse ilegítima tienen que cumplirse tres requisitos: Que el gobierno del país que recibe los préstamos lo haga sin conocimiento del pueblo; que el dinero de los préstamos sea invertido en cosas o actividades que no sean beneficiosas para el pueblo y que los prestamistas tengan conocimiento de los dos puntos anteriores.


Este concepto fue creado por los EEUU. Lo utilizaron por primera vez cuando obtuvieron su independencia para no hacerse cargo de la deuda contraída en las colonias por la corona británica. Algo más de un siglo después, se volvió a argumentar para no hacerse cargo de las deudas contraídas por Cuba cuando pasó de ser colonia española para serlo de EEUU. Y, hace menos de diez años, con la deuda de Irak, que fue declarada ilegítima por el gobierno títere tras la ocupación militar de 2003 en contra de los intereses de Francia y Rusia principalmente.


La parte central muestra el ejemplo de Ecuador. Éste país gestionó su deuda durante el primer mandato de Rafael Correa. El documental no se limita a exponer el relato de los hechos, sino que al final va más allá y anima a los griegos, y por extensión al mundo entero, al calor de los recientes acontecimientos a luchar por su dignidad y soberanía….


Termino con una reflexión de Thomas Jefferson en 1802 y que aparece recogida en el famoso documental Zeitgeist:

“Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privaran a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, después por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron”. Thomas Jefferson fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, ocupando el cargo entre 1801 y 1809. Se le considera uno de los Padres Fundadores de la Nación.


PD.- En el texto están los enlaces para ver los tres documentales mencionados.

domingo, 19 de junio de 2011

INDIGNAOS - Stèphane Hessel

Estoy convencido de que el futuro pertenece a la no-violencia, a la conciliación de las diferentes culturas. Por esta vía, la humanidad deberá franquear su próxima etapa. Y aquí coincido con Sartre: uno no puede excusar a los terroristas que arrojan bombas, pero puede comprenderlos. Sartre escribió en 1947: “Reconozco que la violencia bajo cualquier forma que se manifieste es un fracaso. Pero es un fracaso inevitable porque estamos en un universo de violencia. Y si es verdad que el recurso a la violencia hace que la violencia corra el riesgo de perpetuarse, también es verdad que es el único medio de hacerla cesar”. A lo que yo añadiría que la no-violencia es una manera más segura de hacerla cesar. No se puede apoyar a los terroristas como Sartre lo hizo, en nombre de ese principio, durante la guerra de Argelia, o a propósito del atentado de los juegos de Munich, en 1972, cometido contra atletas israelíes. No es eficaz, y Sartre mismo acabará por preguntarse al final de su vida por el sentido del terrorismo y a dudar de su razón de ser.

Decirse “la violencia no es eficaz” es más importante que saber si se debe condenar o no a aquellos que la utilizan. El terrorismo no es eficaz.

En la noción de eficacia, es necesaria una esperanza no-violenta. Si existe una esperanza violenta es la de la poesía de Guillaume Apollinaire: “Que l”esperance est violente”; no en política. Sartre, en marzo de 1980, tres semanas antes de morir, declaraba: “Hay que intentar explicar por qué el mundo de hoy, que es horrible, no es más que un momento en el largo desarrollo histórico, que la esperanza ha sido siempre una de las fuerzas dominantes de las revoluciones y de las insurrecciones, y cómo todavía siento la esperanza como mi concepción del futuro”.

Hay que entender que la violencia vuelve la espalda a la esperanza. Hay que preferir la esperanza, la esperanza de la no-violencia. Es el camino que debemos aprender a seguir. Tanto por parte de los opresores como acabar con la opresión; esto es lo permitirá acabar con la violencia terrorista. Es por eso que no se debe permitir que se acumule mucho odio.

El mensaje de alguien como Mandela, como Martin Luther King, encuentra toda su pertinencia en un mundo que ha sobrepasado la confrontación de las ideologías y el totalitarismo. Es un mensaje de esperanza en la capacidad que tienen las sociedades modernas para sobrepasar los conflictos por medio de una comprensión mutua y de una paciencia vigilante. Para llegar a ello, es necesario basarse en los derechos, cuya violación, sea quien sea el autor, debe provocar nuestra indignación. No debemos consentir la transgresión de estos derechos.El mensaje de alguien como Mandela, como Martin Luther King, encuentra toda su pertinencia en un mundo que ha sobrepasado la confrontación de las ideologías y el totalitarismo. Es un mensaje de esperanza en la capacidad que tienen las sociedades modernas para sobrepasar los conflictos por medio de una comprensión mutua y de una paciencia vigilante. Para llegar a ello, es necesario basarse en los derechos, cuya violación, sea quien sea el autor, debe provocar nuestra dignación. No debemos consentir la transgresión de estos derechos.