Cuando
muchos daban por finiquitado el descontento social que dio lugar al movimiento
del #15M, éste se ha plasmado en un proyecto que ha llegado a las urnas poderosamente, consiguiendo
cinco diputados a la cámara europea.
Un millón doscientos cuarenta y cinco mil votos, cerca del 8% del total; cinco escaños en el Parlamento Europeo; cuarta fuerza política del país. Podemos es el partido que mejor ha sabido canalizar la fuerza de aquella marea ciudadana llamada #15M y, pese a los pronósticos de muchos analistas, aquellos "indignados" que fueron portada en publicaciones internacionales durante la primavera de 2011, comienzan a ver como sus ideas tienen plasmación en la vida política. El futuro nos dirá si la iniciativa crece, se diluye o es absorbida por el sistema como tantas otras. De momento representa aire fresco y, de nuevo, ilusión por una nueva política de base y gestión ciudadana.
Podemos no está solo. Junto a este movimiento han surgido otros: la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el movimiento #15MpaRato, las agrupaciones en defensa de los preferentistas de Bankia, son iniciativas que han trabajado en resolver algunos de los problemas que afectan a esta sociedad pero que no han emprendido el camino de la política. Pero, también han surgido nuevas iniciativas políticas que han intentado canalizar ese espíritu del #15M: Movimiento Red; Partido X; Recortes Cero; I.Fem…
Son
ejemplos de que ese espíritu seguía vivo. Recuerdo cuando visité una concentración del #15M en Alicante y preguntaba a los que se reunían en asambleas en la plaza
de la Montañeta: “No tenemos programa; no
sabemos que vamos a hacer ni cómo. Sabemos no lo que no nos gusta”. Parece
que ya empiezan a saber cómo hacerlo.
Esas nuevas formas de hacer política y esa apuesta por la democracia directa se traducen en fórmulas como los círculos Podemos o los kernel y las matrices, en el caso del Partido X.
Los círculos de Podemos son grupos de ciudadanos que se asocian a iniciativa de cualquiera que tenga algo que proponer, se reparten tareas y establecen contacto con otros círculos; proponen medidas para los programas electorales, candidatos... Se gestionan con un moderador y un secretario que van rotando entre los participantes.
El Partido X ha cosechado algo más de cien mil votos en las elecciones europeas, un 0,64% de los votos, con lo que no ha conseguido colocar a su cabeza de lista, el informático Hervé Falciani en el Parlamento Europeo. Fácilmente, esta iniciativa podría ir conjuntamente con el partido de Pablo Iglesias, aunque entre sus diferencias aparezca la renuncia a una ideología concreta y la personificación de sus propuestas.
A diferencia del Partido X, Podemos si hace gala de su ideología: son de izquierdas y tienen como objetivo dar el poder a los ciudadanos frente a lo que denominan "la casta" que, a grandes rasgos, vienen siendo los dirigentes del PP y del PSOE.
Votos "indignados" también han ido a parar al Movimiento Red (105.000). La opción electoral liderada por el juez Elpidio Silva, o en los 30.000 de la agrupación electoral Recortes Cero, que contó con el apoyo expreso de la Asociación Democracia Real Ya, una de las más activas durante la eclosión del #15M. Si sumamos todos estos votos, se superarían los de IU que, pese a haber duplicado su anterior recuento, muchos de sus posibles votantes han ido a parar a estas formaciones.
También el futuro nos dirá si en España la izquierda encabezada por IU consigue aglutinar todas estas iniciativas al modelo griego
representado por Syriza. O Podemos se erige como la tercera fuerza política de
este país y el asedio al bipartidismo sigue creciendo. No olvidemos que el
sistema electoral les ha sido benévolo. En próximos comicios nacionales, con la
ley de d’Hondt por circunscripciones provinciales, el resultado favorece a los partidos mayoritarios y en esta ocasión ya no habrá una candidatura única sino
provinciales. Más tarde veremos si la iniciativa llega a los ayuntamientos.