La tragedia de Ceuta está pasando casi
desapercibida. Agua fría, apenas 12 grados, sin apenas saber nadar, agotados y
escuchando disparos. Necesitaban ayuda, no disparos; agotamiento físico. El
pánico que debieron pasar es difícil de imaginar.
¿Qué sociedad somos? ¿En qué nos estamos convirtiendo?
Han muerto 14 personas. Este hecho haría
tambalear a cualquier Gobierno "normal". Pero, aquí, en este país
donde se ruega a Santa Teresa para que nos saque de la crisis, no pasa
nada.
Vaya a confesarse señor ministro.
Primero por mentir y luego por tratar sin humanidad a personas que luchan por
su vida. Le recomiendo que lea las palabras de Santiago Agrelo Martínez,
Arzobispo de Tánger, y a la sazón franciscano, sobre los recientes
acontecimientos acaecidos en Ceuta:
"Es necesario gritar, pero no
sabría dar nombre a los responsables de esta violación de derechos. Es
necesario gritar, aunque puede que haya de considerarme a mí mismo cómplice de
quienes han puesto manos sacrílegas sobre la vida de los pobres. Es necesario
dejar que vuelen palabras mensajeras de justicia para los inmigrantes, pero no
se me oculta que por ello puede verse restringida o anulada la libertad que
ahora tenemos de socorrerles en su necesidad. (...) Este año de 2014, antes de
poner nuestra ofrenda sobre el altar, todos habremos de pasar por la frontera
de Ceuta por si pueden perdonarnos los muertos".
Por si son de su interés y tienen, para
usted, más fiabilidad...
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/119988-eu-explicaciones-espana-migrantes