Yagüe dijo en el verano del 36 al
periodista y escritor estadounidense John T. Whitaker, en respuesta a la
pregunta de si era verdad que había matado a miles de personas en Badajoz:
“Naturalmente que los hemos matado. ¿Qué
suponía usted? ¿Iba a llevar a 4.000 rojos prisioneros en mi columna, teniendo
que avanzar contrarreloj? ¿O iba a dejarlos en la retaguardia para que Badajoz
fuera rojo otra vez?”.
Los cadáveres fueron llevados en
carretas hacía la plaza de toros donde se amontonaron en el coso. En pleno
agosto, tardaron días en enterrarlos y algunos fueron quemados ya que no daban
abasto. Esto, años antes de las matanzas de Auswicht, Dachau y Mauthausen. 75
años después, en España se le hace un homenaje a este general.