Aunque no es habitual que aparezcan en este blog entradas de otros autores me he inclinado, en esta ocasión, a publicar una que me ha parecido interesante, al hilo de otras que se han publicado anteriormente. Se trata de un comentario de la página de facebook "España partida en dos" de Julián Casanova Ruiz, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y docente del departamento de Historia y Ciencia Política de la Central European University en Budapest. Con su permiso.
"Cuando cayó la dictadura comunista en Hungría, los símbolos externos que recordaban a los héroes comunistas, centenares de monumentos y estatuas, se convirtieron en objeto de disputa. Y aunque una parte de la población defendió la solución más drástica, su destrucción -la que se adoptó, por cierto, en otros países, tras la caída de las dictaduras en los años setenta y ochenta-, el Ayuntamiento de Budapest decidió crear un parque de memoria, a las afueras de la ciudad. Inaugurado en junio de 1993, en él se exhiben algunos de los monumentos mas representativos del dominio comunista, lo que proporciona al visitante una excelente oportunidad, casi única en el mundo, de procesar visualmente una parte del pasado traumático más reciente y de analizarlo críticamente.
"Cuando cayó la dictadura comunista en Hungría, los símbolos externos que recordaban a los héroes comunistas, centenares de monumentos y estatuas, se convirtieron en objeto de disputa. Y aunque una parte de la población defendió la solución más drástica, su destrucción -la que se adoptó, por cierto, en otros países, tras la caída de las dictaduras en los años setenta y ochenta-, el Ayuntamiento de Budapest decidió crear un parque de memoria, a las afueras de la ciudad. Inaugurado en junio de 1993, en él se exhiben algunos de los monumentos mas representativos del dominio comunista, lo que proporciona al visitante una excelente oportunidad, casi única en el mundo, de procesar visualmente una parte del pasado traumático más reciente y de analizarlo críticamente.
En ese parque/museo se conserva, por ejemplo, el monumento a los voluntarios húngaros (Brigadistas) que lucharon en la guerra civil española. Es obra de Memos Makrisz, un escultor griego que buscó después de la Segunda Guerra Mundial asilo en Hungría.
Si no se crean y utilizan museos como modelo de educación, los restos del pasado desaparecen y no se pueden explicar. Este monumento, pequeño por su significado histórico, dada el escaso número de brigadistas húngaros, simboliza mucho más: el combate de una parte de la humanidad contra el fascismo. Y lo podemos ver hoy gracias a esa política de conservación. La foto me la pasó Bo Dent".
Artículo de Julián Casanova Ruiz, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza.