La reducción continuada de las transferencias que el Ministerio ha realizado al
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desde 2008 a 2013 ha
supuesto una merma de aproximadamente un 40% de su presupuesto. Este hecho ha
estado afectando de manera negativa al buen funcionamiento de la investigación,
hasta desembocar en la actualidad en una situación insostenible que hace
peligrar la existencia del CSIC. Ante ello, su Presidencia ha elaborado una
resolución (2 de julio de 2013) que ha provocado una situación crítica en la
mayoría de los Centros e Institutos del CSIC puesto que, temporalmente, se ha
paralizado la posibilidad de efectuar gastos con cargo a los proyectos de
investigación.
1. La casi total paralización de la investigación en los
próximos meses y una clara incertidumbre sobre el futuro inmediato.
2. La
desincentivación de los investigadores que generan de manera regular recursos
para el CSIC. Esto hará que el CSIC deje de ser un polo de atracción de talento,
e incluso corre el riesgo de perder el que ya tiene, puesto que muchos
investigadores se han planteado renunciar a proyectos en curso, algunos de la
Unión Europea liderados desde el CSIC, y no solicitar nuevos o hacerlo a través
de otras instituciones.
3. La pérdida de credibilidad del CSIC de cara a
las entidades, públicas y privadas, nacionales e internacionales, que aportan
dinero a la Institución a través de proyectos, convenios o contratos a cambio de
resultados de investigación. La imposibilidad de afrontar los compromisos ya
contraídos va a provocar demandas por incumplimiento que obliguen a devolver
fondos con los que la institución cuenta en la actualidad. Además de ello, los
investigadores pueden caer en una situación de desamparo y de pérdida de
reputación.
Es decir, la resolución del Presidente, motivada por el
incumplimiento de los compromisos del Ministerio, supone una amenaza muy grave
para el mantenimiento de fuentes de financiación del CSIC que dependen
directamente de la actividad en curso de sus investigadores. Está en juego la
fiabilidad del CSIC y la del sistema de ciencia y tecnología español, por la que
varias generaciones hemos trabajado y luchamos a diario. Es inconcebible que,
más de un siglo después, sigan vigentes las palabras de Santiago Ramón y Cajal:
“investigar en España es llorar”.
Ante esta situación crítica, los abajo
firmantes, 300 investigadores y personal de apoyo de Humanidades y Ciencias
Sociales del CSIC, así como Directores de otras áreas del CSIC, solicitan al
Presidente que:
1. Reconsidere las consecuencias dramáticas que se
derivan de la Resolución del 2 de julio de 2013 y elimine aquellos aspectos que
paralizan desde esa fecha la investigación, teniendo en cuenta que los
investigadores a los que ahora no se les autoriza a gestionar recursos, sí van a
tener que rendir cuentas ante los organismos financiadores.
2. Se tomen
las medidas necesarias para garantizar una investigación plurianual y que la
actividad científica no dependa de factores coyunturales.
3. Trabaje ante
el gobierno en su más alto nivel para garantizar la existencia del CSIC en el
sistema español de ciencia, en términos económicos pero también
humanos.
4. Cuente con nuestro apoyo para conseguir que el Ministerio
transfiera al CSIC la financiación necesaria para continuar haciendo una
investigación de excelencia, y mantener su liderazgo.
Madrid, 17 de julio de 2013