Dejo, en esta entrada, la reseña publicada por el profesor del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Alicante, José Ramón Valero Escandell, sobre el libro Guerra y Moneda , en el nº 15, 2013, de la Revista del Vinalopó.
José
Ramón Valero Escandell. Universidad de Alicante. Departamento de Geografía
Humana.
García Gandía, José Ramón, Guerra y Moneda. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en Aspe, 1938-1939. viii Premio de Investigación “Manuel Cremades”, Ayuntamiento de Aspe, 2011, 168 pp.
García Gandía, José Ramón, Guerra y Moneda. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en Aspe, 1938-1939. viii Premio de Investigación “Manuel Cremades”, Ayuntamiento de Aspe, 2011, 168 pp.
Poco
a poco, vamos conociendo cómo la Guerra Civil transformó, en menos de tres
años, un gran número de lugares y edificios de las comarcas vertebradas por el
Vinalopó. En algunos casos, hasta en tres ocasiones, a veces compartiendo casi
media docena de usos. Durante décadas, el destino vivido por aquellos lugares y
por quienes trabajaron allí, los habitaron, los disfrutaron o los sufrieron,
fue conscientemente silenciado al conjunto de la población, o su protagonismo
fue transmitido de boca en boca, pero
siempre en voz baja. Estas tierras, desde los primeros meses de conflicto,
habían adaptado su producción a las necesidades más urgentes –es decir, a
aquellas destinadas al suministro de todo tipo de materiales para el ejército-;
habían ensanchado sus hogares para hacer hueco a refugiados; habían cedido sus
mejores fincas de recreo y viviendas urbanas para hospitales de sangre y
colonias escolares. Al final de la guerra, sobre todo después de que los
franquistas alcanzaron el Mediterráneo castellonense, fueron asumiendo también
funciones directivas del menguante Estado republicano, desde la residencia del
presidente del Gobierno hasta algunas instalaciones administrativas militares.
Una
de esas funciones estatales esenciales asumidas por estas comarcas en el último
año bélico fue la de acuñar moneda, con la instalación de la Factoría D, de la Fábrica Nacional de
Moneda y Timbre, en Aspe. Sobre ella, el edificio en que fue instalada, las
causas de su establecimiento, sus operarios y producción y, de hecho, sobre el
tiempo, el territorio y la sociedad aspense en aquel periodo ha escrito un buen
libro, pequeño de apariencia e intenso en contenido, José Ramón García Gandía.
El Ayuntamiento aspense ha tenido la inteligencia de editarlo.
Sorprende
gratamente comprobar la amplísima variedad de fuentes utilizadas, desde los
archivos documentales –a todas las escalas posibles: nacional, provincial,
local, de entidades y fundaciones- a los recursos en red, pasando por las
hemerográficas también variadas o por una bibliografía bien seleccionada, de lo
local a lo global, de la centrada en asuntos monetarios, apropiada al tema que
nos ocupa, a la vinculada con el final del proyecto reformista que supuso la II
República, dado el momento narrado. No es casual que, en este abanico de
fuentes informativas, el autor destaque los testimonios orales de viejos
trabajadores, no sólo de aquella factoría de la fnmt,
sino también de las otras fábricas que ocuparon el mismo edificio. Sirven para
resaltar la evolución del lugar historiado y la vida de las gentes que
trabajaron en sus naves, al tiempo que da voz a un silencio de décadas. Con
todo ello construye, como destaca en el último párrafo, “un nuevo lugar de la memoria, aunque ya no exista físicamente”.
El
libro se estructura en seis capítulos. El primero, de carácter introductorio,
enmarca la fábrica en el recuerdo aspense y enumera los recursos documentales y
personales, que le han permitido profundizar en el tema. El último, -“A modo de epílogo” lo titula-
reflexiona sobre el olvido cultural y muestra la fuerte represión final que
produjo incluso la pérdida de referencias históricas sobre un lugar tan
significativo de la historia local. En medio, en los cuatro capítulos
centrales, va profundizando crecientemente en la cuestión central del estudio:
el Aspe de la Guerra Civil, con su evolución social y política, con su vida
cotidiana de la que ya formaron parte los billetes locales; la evolución de la fnmt durante la contienda; la
instalación de la factoría en Aspe y el paulatino asentamiento de técnicos y
trabajadores en dicho municipio; finalmente, se hace referencia a la producción
efectuada en la ceca de Aspe, describiendo monedas, billetes y sellos y
destacando el simbolismo de los mismos. Es especialmente destacable, en éste
último punto, la referencia a la serie postal en homenaje al Ejército popular y
sus milicias, tal vez el mejor tributo de admiración que podamos encontrar en
la filatelia española a la grandeza de los perdedores, emisión aprobada,
precisamente cuando las tropas republicanas, sin apoyo real alguno por parte de
unas democracias europeas que miraban hacia otro lado y ni siquiera permitían
el paso del armamento, estaban siendo machacadas junto al Ebro por las
potencias fascistas (nazis, fascistas y nacionales).
El
libro, que el autor no duda en calificar de “fundamentalmente descriptivo”,
aunque se trata de mucho más que eso, complementa sus textos con una bien
cuidada selección de ilustraciones: fotografías de lugares de Aspe y otros
lugares de la provincia, anuncios publicitarios locales, billetes locales,
documentos históricos, emblemas, relaciones… Cabría destacar, en mi opinión, el
material recuperado sobre la fnmt,
que incluye desde relaciones de trabajadores a sellos, monedas y billetes o
fotografías de maquinaría.
Finalmente,
en la página 28 encontramos un plano local en el que el autor reconstruye los
lugares vinculados con la Guerra Civil en Aspe, desde refugios antiaéreos a
sedes de organizaciones políticas, pasando por un centro de milicias ubicado en
el Casino Primitivo. En ese mismo plano, a la salida hacía Novelda, la fnmt. El estudio realizado sobre aquella
vieja factoría prueba, sin duda, tanto las posibilidades de investigación que
permite el mestizaje disciplinar entre Historia y Geografía, como la necesidad
de profundizar en otros muchos lugares y edificios que fueron transformados por
la contienda, y en ella alcanzaron su máximo protagonismo. Los municipios del
Vinalopó, uno de los territorios más activo de cuantos conformaron la
retaguardia de la República, cuentan con un patrimonio riquísimo que debemos
conservar, potenciar y difundir. García Gandía lo ha hecho aquí ejemplarmente,
con la pasión propia de quién se siente parte de un lugar y con el cuidado del
buen historiador.